Las cuencas hidrográficas y sus componentes, una mirada ...

Las cuencas hidrográficas y sus componentes, una mirada desde el desarrollo integral sostenible
Autor
Julián López

Las cuencas hidrográficas y sus componentes, una mirada desde el desarrollo integral sostenible

(Artículo de Opinión y Recopilación)

A manera de introducción

El manejo integral en América Latina de las cuencas hidrográficas, representa actualmente un factor de relevancia para la gestión sostenible del ambiente y el uso ordenado de los recursos naturales renovables.

El desarrollo integral sostenible en su concepción más amplia, considera la interrelación de diversos factores naturales, socioeconómicos y culturales. Al tener en cuenta la totalidad de los recursos de las cuencas, las estrategias de manejo y protección deben orientarse según una planificación dentro del marco de las políticas  ambientales nacionales y concertarse los planes maestros de conservación de cuencas prioritarias, con base en los planes de desarrollo a diferentes niveles espaciales, desde lo nacional hasta el nivel local.

Tales, planificación y manejo de las cuencas hidrográficas son medios viables y reales para compatibilizar la conservación de los recursos naturales con la estrategia nacional para el desarrollo sostenible y la calidad de vida de las comunidades. A pesar de ser Colombia uno de los países con los más altos rendimientos hídricos del mundo, el deterioro que presentan las cuencas, afectan la regularidad y disponibilidad para sus diferentes usos (Consumo humano, producción agropecuaria, industrial, hidroeléctrica, recreación, entre otras.).

Ante esta prioridad, en este artículo, doy algunos elementos técnicos y conceptuales básicos para conocer su comportamiento y manejo integral de los recursos de una cuenca hidrográfica. Además, incluyo algunas estrategias de planificación, ordenamiento y manejo para nuestros ecosistemas y a diferentes niveles político-administrativos.

La Cuenca Hidrográfica y sus componentes

Una cuenca hidrográfica es un sistema ambiental organizado, de relaciones complejas al interior y exterior de ella, en donde los componentes (Naturales, socioeconómicos y culturales), están definidos por estructuras y procesos que conforman un sistema de sustentación adaptado.

Una cuenca es una porción de terreno que drena las aguas pluviales o la nieve hacia un punto común, el cual puede ser un arroyo, un lago o un humedal. Las cuencas tienen un rol sumamente importante en el ciclo del agua, pues actúan como grandes recipientes que recogen el recurso hídrico que proviene de las lluvias. Sus suelos son como una gran esponja que retiene la mayor cantidad de agua de lluvia en un corto período de tiempo, y la van liberando periódicamente para mantener llenos los ríos y quebradas, incluso en épocas de sequía.

El Código Nacional de los Recursos Naturales Renovables, ubica la cuenca hidrográfica como una unidad de manejo especial y la define de la siguiente manera: “Es un área físico-geográfica debidamente delimitada, donde las aguas superficiales y subterráneas vierten en una red natural, mediante uno o varios cauces de caudal continuo o intermitente que concluyen a su vez en un curso mayor que desemboca o puede desembocar en un río principal, en un depósito natural de aguas o directamente en el mar”.

Las áreas de drenaje, se clasifican de acuerdo a su dimensión y función hidrológica en: Laderas, microcuencas, sub-cuencas, cuencas y región hidrográfica.

Los elementos estructurales básicos a tener en cuenta en el manejo de una cuenca, los cuales deben considerarse para su buen manejo y preservación están basadas en las interrelaciones de los seres vivos con su entorno ambiental y sus relaciones ecológicas: Mantenimiento de los ciclos ecológicos, conservación de la biodiversidad y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.

El problema consiste en saber, por lo tanto, cómo y dónde las consideraciones ambientales pueden incluirse en el proceso de desarrollo. En esto influyen dos puntos de gran importancia. Primero, para poder incluir los intereses ambientales en el proceso de planificación en forma realista se requiere su evaluación desde el comienzo mismo de la planificación. En segundo lugar, si bien se reconoce que los términos estrictamente monetarios no son adecuados para calcular totalmente los costos y beneficios del medio ambiente, dichos términos deben usarse tanto como sea posible si se pretende que la evaluación sea tomada seriamente.

¿Por qué necesitamos cuencas saludables?

La cuenca conecta toda la comunidad y son el sostén de vida en más de una forma. Nos proveen de agua potable, agua para riego y para usos industriales, ofrecen oportunidades de recreación (canotaje, pesca) y son el hábitat para numerosas plantas y animales.

Infortunadamente, distintas formas de polución, entre las que se incluyen los vertidos y la erosión, pueden interferir con la salud de la cuenca. Para tener una comunidad sana, primero debemos tener una cuenca hidrográfica sana. Por esta razón es importante proteger la salud de las cuencas. La protección de una cuenca significa cuidar de un lago, río o arroyo, gestionando la totalidad de la cuenca hidrográfica que drena en él.

También es importante mencionar la importancia de la forestación para las cuencas. Mantener la vegetación alrededor de las mismas es esencial para contribuir en su cuidado, pues la capa vegetal suaviza el impacto del agua de lluvia con el suelo, aumenta la infiltración y evaporación de agua, absorbe energía de la escorrentía y reduce la erosión, entre otros. Cuando las áreas alrededor de las cuencas han sido deforestadas, en vez de que el agua de lluvia sea absorbida por el suelo, esta corre y se lleva con ella sedimentos y nutrientes.

Para tener cuencas limpias y saludables se necesita una población informada que pueda tomar las decisiones correctas en lo que refiere al medio ambiente y a las acciones que realiza la comunidad.

Las cuencas hidrográficas son pues, el elemento vital de los ecosistemas e influyen en la calidad y cantidad de agua disponible para las comunidades locales, las industrias y la vida silvestre.

¿Por qué debemos proteger nuestras cuencas hidrográficas?

Cuando decimos que una cuenca está "deteriorada" significa que la masa de agua no soporta uno o más de sus usos previstos. Esto puede significar que el agua no es apta para beber, nadar o consumir el pescado que se pesca en ella.

Las principales causas de contaminación de nuestros cursos de agua son los sedimentos, las bacterias (Como la Escherichia coli) y el exceso de nutrientes (como el Nitrógeno y el Fósforo). Aunque los nutrientes parezcan cosas propias de un medio ambiente sano, pueden causar grandes problemas en una cuenca mal gestionada. Por ejemplo, los sedimentos pueden asfixiar a los peces al obstruir sus branquias y la sola presencia de bacterias puede indicar que en el agua también se encuentran otros virus y gérmenes. La erosión, la escorrentía de excrementos animales y el desbordamiento de alcantarillas combinadas son sólo algunas de las formas en que estos contaminantes llegan a nuestras aguas.

Manejo de Microcuencas

Un punto álgido  de esta exposición, se encuentra en cómo la teoría y la práctica del manejo de las cuencas hidrográficas ha evolucionado desde su concepto inicial y unidisciplinario de planificación y manejo del agua, hasta el desarrollo integrado de los recursos y el impacto que éste haya tenido dentro del ambiente de la cuenca.

Considera entonces, tanto la necesidad  de utilizarlos y proteger los recursos naturales, como la de lograr una producción sostenible que contribuya con el desarrollo rural. Este planteamiento requiere acciones a partir de la planificación realizada por los habitantes de la cuenca para asegurar su incorporación y autonomía en el proceso de toma de decisiones; la regulación de las actividades de los diversos usuarios (Zona Rural y Zona Urbana), de los recursos existentes bajo el criterio de disponibilidad complementaria y no conflictiva; también del diseño, ejecución y evaluación de proyectos de desarrollo y medioambientales.

La Participación Comunitaria como ficha clave

La dotación natural de las cuencas hidrográficas se relaciona en forma directa con la cantidad y calidad de agua disponible para un amplio número de actividades productivas y recreativas de los seres humanos. Sin embargo, en la mayoría de los casos es el factor antrópico el causante de su degradación. Por esto, cualquier intento de desarrollo y manejo debe contar con la participación de la comunidad.

La comunidad es la directa beneficiaria del manejo adecuado de los recursos de la cuenca y sus individuos ponen en marcha los correctivos necesarios para alcanzar el manejo óptimo a través del afianzamiento de las buenas prácticas, un cambio de las negativas y la formación de agentes multiplicadores dentro de la misma comunidad.

Finalmente, considero que el objetivo es alcanzar una formación ambiental de nuevas actitudes y comportamientos frente al uso de los recursos naturales renovables. Así como la importancia de conocer las causas específicas de los problemas y encontrar las técnicas y estrategias adecuadas para su solución.

Esto se logra mediante un proceso de planeación participativa a partir de correctas orientadas por la comunidad y promovidas a través de sus diferentes formas de organización, tales como: Comités cívicos, Juntas de acción comunitaria o comunal, grupos ecológicos, cooperativas y asociaciones de campesinos, consejos municipales, cabildos verdes, cabildos indígenas, juntas administradoras locales y obviamente los centros de educación desde primera infancia hasta universidades.

¿Cómo puedes ayudar a proteger las Cuencas Hidrográficas? ¡10 consejos!

  1. Ahorra agua todos los días. Acorta el tiempo de tus duchas, repara pérdidas y cierra los grifos cuando no los uses.
  2. No descargues productos químicos caseros en el desagüe, tampoco medicamentos; llévalos a un centro de desechos peligrosos.
  3. En tu jardín usa plantas nativas que son las mejores adaptadas al clima de tu localidad o elije aquellas que requieran menos agua.
  4. Evita usar fertilizantes. Reemplázalos por fertilizantes orgánicos o de liberación lenta.
  5. Recicla desechos del jardín para generar compost y utiliza una cortadora de césped que vaya esparciendo el recorte.
  6. Utiliza superficies como maderas, ladrillos o grava para construir plataformas o caminos, para permitir que el agua se absorba en el terreno y no cause escorrentía.
  7. Nunca tires aceites usados ni productos anticongelantes en la calle ni en las alcantarillas.
  8. Recoge los desechos de tu mascota y deposítalos en tu basurero con tus residuos.
  9. Usa menos el auto; camina o anda en bicicleta; muchos contaminantes presentes en nuestras aguas provienen de los humos de escape o de pérdidas de los automóviles.
  10. Presta un servicio voluntario a tu comunidad. Participa en la limpieza o reforestación de parques, arroyos, humedales, etc. Si no hay grupos activos, considera formar uno.

Referencias

Castañeda O. A. 1986. Hidrología de Superficie. Universidad del Tolima. Facultad de Ingeniería Forestal. Editorial Autores Universitarios 13. 

FAO, Food and Agriculture Organization. 1990. Primer Congreso Latinoamericano de Manejo de Cuencas Hidrográficas. Informe final y memorias 22 al 26 de octubre. Chile.

Margalef, R. 2005. Ecología. Editorial Planeta Colombiana S.A. Bogotá. 255 p.

Rodríguez, J. M. 1986. Hidrología Aplicada. Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas. Editorial CEDIX. España.

Sutton, B. D y Harmon, N.P. 1977. Fundamentos de Ecología. Editorial Limusa. México.